Elegir un disfraz que sea atractivo para los carnavales o cualquier clase de fiesta no se puede decir que sea de esas cosas fáciles. Esto ha hecho que queramos realizar un artículo donde hablemos de todo ello largo y tendido.
Muchas veces, cuando nos encontramos ante fiestas caso de Halloween o los famosos carnavales, llegan las prisas, esas que hacen que vayamos solos o con los niños a la búsqueda a última hora de disfraz. Hablamos de que es una fiesta bastante divertida que lo que hace es volver loco a los niños y también a otros que no lo son tanto.
Si quieres que tu niño vaya confortable y no se sienta agobiado con los distintos disfraces que estén bajo su elección, puede que sea buena idea el que siga este tipo de consejos que queremos daros.
Eso sí, independientemente de que decidas disfrazarlo por tu parte o de si quieres que él tome más partido, es preciso valorar algunos puntos, como nos aconsejan los profesionales de lacasadelosdisfraces.es, de tal forma que se sienta mucho más cómodo con el disfraz que vaya a elegir. Una vez se llegue a tomar la decisión sobre el disfraz en cuestión, lo más importante es sentirse cómodo con éste.
La necesidad de que el disfraz sea de gran calidad
Uno de los temas que es posible que sean de más importancia es la elección de la tela, puesto que, sin duda, ello es vital para que el niño se sienta bien cómodo con el disfraz elegido. No hay que olvidar que, si el material por el que nos decantamos es de tipo rígido, es posible que sus movimientos queden limitados y no va a ser lo más confortable.
En el caso de que el tejido sea muy áspero o que los materiales en los que se haya hecho sean de poca calidad, es posible que se tengan picores o irritaciones que pueden ser incómodos.
Esto hace que sea vital el que el disfraz sea de gran calidad, aunque vayamos a tener que pagar más por los mismos.
No debemos olvidar que se pueden olvidar encontrar en multitud de bazares y en las clásicas tiendas llamadas de todo a cien, siendo de esos disfraces llamados inflamables, donde sin duda, la calidad es menor de lo deseable.
Un tema que puede ser interesante es optar por comprar un disfraz que sea de una talla o dos más grande que la ropa que se suele utilizar, puesto que, si la usamos para el carnaval, es factible que las temperaturas sean frías y deba ponerse algún tipo de prenda bajo del disfraz.
Si no eres un fanático del mundo de los disfraces, es bueno que dejes que tu pequeño disfrute de los importantes beneficios que tienen, puesto que hablamos de una parte bastante importante de lo que es el crecimiento del niño.
No solo va a ser de importante ayuda para que desarrolle su propia imaginación, ayudando a que pueda crecer con empatía y a que socialice con los compañeros, de tal forma que se fomentará el desarrollo en el campo cognitivo.
Todo esto hace que sea bastante recomendable que se caracterice del personaje que más les vaya a gustar.
En el caso de que el disfraz sea de buena calidad, podrá ser reutilizado en muchas ocasiones, aunque tendrá que valerle todavía la prensa y su talla, claro está.
Siempre hay que pensar en que el niño también tiene su propio gusto
Al final lo que se quiere es que disfrute, por lo que hay que escuchar con atención lo que vaya a opinar y pensar en qué disfraz va a querer elegir. De esta forma se sentirá mejor y disfrutará mucho más de la propia celebración
Pensar en la que edad con la que cuenta
Cuando el niño cuente con poca edad, no tendrá los gustos o las aficiones definidas por completo, lo que hará que los padres tengan que decidir. Por todo ello, es bueno que al elegir el disfraz elijas aquellos con los que él, por encima de todo va a estar tranquilo. Es bueno que sean de una sola pieza y si cuenta con corchetes en la zona de detrás para que sea más fácil cambiar los pañales, pues mucho mejor.
Para los bebés, lo más común es optar por disfraces donde los máximos protagonistas sean los animales. Son bastante calientes y también es posible ponerles leotardos por si la moscas, bastante cómodos y no van a tomar frío en el caso de que existan bajas temperaturas.
Cuidado con los maquillajes
Bastantes niños gustan de que se les pinte la cara, pero no debemos olvidarnos que tienen una edad y piel determinada, que incluso es bastante delicada cuando son bebés. No te compliques demasiado, mejor optar por la sencillez en estos casos.
Los más mayores es posible que elijan el maquillaje de fantasía de forma más elaborada. No te olvides de que, si el maquillaje es bueno, va a ser un complemento ideal, especialmente para los disfraces que lo demanden así.
Una opción que es válida es la de utilizar una careta, pero aquí mejor es que optes por valorar la edad mejor, no vaya a ser que sea poco cómoda y que no le tape la mitad de los ojos o vaya a rozarle las pestañas.
Más consejos
Cuando elijas el maquillaje, no olvides que lo más interesante para los niños es que vayan a ser al agua, ya que va a causar menor daño y se eliminará de forma más fácil.
Mejor eso sí, hacer una prueba unas pocas horas antes de cara a que puedas comprobar que no va a tener reacciones de carácter alérgico.
No te olvides que siempre es lo mejor optar por disfraces que sean homologados y donde la clasificación por edad vaya a ser la ideal, de no ser así, no se sentirá bien cuando vaya a jugar con los amigos.
A veces es una magnífica idea que al disfraz se le acompañe con una camiseta que sea térmica y que tenga mallas para que se mantenga el calor del cuerpo.
El calzado es mejor que sea de confort, muy especialmente cuando el niño participe en alguna clase de desfile y tenga que andar durante horas. En este sentido, es bueno no escoger complementos como pelucas que puedan al final ser molestas.
A veces son bastante estorbo y el niño no lo pasa bien con ello. Si quieres también aprovechar más el disfraz durante el año, puede interesarte tener un baúl para disfraces para que lo use cuando lo desee.
De esta manera podemos intercambiarlo con otros niños, puesto que van a crecer con mucha rapidez y no se amortizará el gasto.
Como ves, las ideas para los disfraces en carnaval son tantos que la elección nos puede llegar a terminar abrumando. Piensa en el niño y que esté confortable de cara a que pase buenos momentos.
Historia de los disfraces
El hecho de disfrazarse no es algo que venga de hace pocos años, puesto que tiene bastantes siglos, podemos decir que en los tiempos de los míticos romanos, ya se disfrazaban en las llamadas fiestas “Saturnales”, donde tres días seguidos lo que hacían eran olvidarse de todo el orden y lo pasaban realmente bien en las fiestas.
Fue Italia el país donde nació como tal el Carnaval y ha ido tomando esa gran fama, aunque al final haya terminado siendo algo que adopta buena parte del planeta.
Eso sí, un tema es el disfraz y otra el tener el arte para disfrazarse. Aquí es en donde entra en acción la propia fiesta. Disimular, engañar o no ser nosotros mismos es algo que atrae.
No hay que olvidar que el disfraz vale para representar el alma en el que se tienen los malos espíritus.
Debido a esto las máscaras del Carnaval cuentan con un carácter de clase espiritual o religiosa. En el que se quiere derivar el culto a los muertos, donde la mejor forma de poder obtener una amistad importante es antropomorfizarlos.
Aquellos que tomaban la opción de personificar a la persona muerta, lo que hacían era vestir de blanco y se cubrían la cara con una máscara. Es posible decir que esta opción era el antepasado directo de lo que se utiliza actualmente.
Si se va a Alemania, podemos decir que las máscaras se utilizaron, mas que para la propia ocultación, para representar piezas de tipo burlesco y pretencioso, de tal forma que pudieran burlarse del orden establecido en lo civil o religioso.
En España, cuando reinaba Carlos III entraron los míticos bailes en los que había máscaras, lo que terminó haciendo Fernando VII fue prohibirlos en la calle, para que luego María Cristina terminase volviendo a autorizarlos.
Se cree que lo misterioso y que fuese anónimo es algo que hace que bastantes personas sean realmente fanáticas con los disfraces, de tal forma que se evadan de la vida cotidiana. El uso temporal de las máscaras posibilita el espejismo social, donde cualquier se disfrace de lo que quiera.