Hoy en día hacemos muchas cosas a través del ordenador: contactar con nuestros seres queridos, escribir “cartas” (que ahora son correos, claro está), jugar a videojuegos, escuchar música, trabajar, y por supuesto, aprender.
La tele formación (al igual que el teletrabajo) es una realidad ya impuesta para muchas personas, lo cual al contrario de lo que parece, no es tan malo, al revés: para muchos, es una verdadera ventaja que les ayuda a concentrarse más y a tener más comodidad para incorporar estos hábitos en su vida diaria.
De hecho, aprender habilidades informáticas, edición de video y mucho más a través del ordenador es algo que sin duda, de alguna forma tiene sentido. Sin embargo, cuando nos imaginamos aprendiendo habilidades artísticas podemos sentirnos más escépticos de alguna forma, ya que el arte es algo que se debe sentir y ver a primera vista para poder captar en todo su esplendor. Aun así, no es imposible: en este artículo te demostraremos que el arte también se puede aprender a través del ordenador, y que todo lo puedes obtener a distancia.
¿Por qué aprender arte a distancia es mejor para muchas personas?
Aunque la enseñanza presencial tiene su encanto y sus ventajas (sobre todo el contacto directo con otros artistas o compañeros), lo cierto es que no es la opción más viable ni más cómoda para todo el mundo.
La formación online da la libertad de adaptarse a la formación a muchas personas con horarios complicados, problemas de movilidad, situaciones familiares exigentes o simplemente una necesidad de privacidad, y les ayuda a dar el paso y cumplir su sueño de aprender a dibujar sin tantas barreras.
Además, cuando aprendemos desde casa, podemos crear nuestro propio espacio artístico, adaptar los tiempos a nuestro estado de ánimo y repetir las lecciones tantas veces como queramos sin sentir presión ni vergüenza. De hecho, hay quien rinde más cuando puede equivocarse mil veces sin que nadie lo mire, y eso es algo que internet ha hecho posible.
También hay algo muy bonito en esto: aprender arte a tu ritmo hace que el proceso sea mucho más íntimo. No tienes que compararte con otros, ni seguir el ritmo de una clase en grupo; en la formación online puedes centrarte en ti, en lo que quieres mejorar, y lo que te hace disfrutar. Por otro lado, el acceso a docentes de todo el mundo es uno de los grandes regalos de la formación online: no tienes que conformarte con el profesor más cercano a tu casa, puedes aprender con alguien que vive a cientos o miles de kilómetros de ti y cuya sensibilidad artística resuena contigo.
Cómo obtener los materiales por internet.
Uno de los temores más frecuentes cuando pensamos en empezar a dibujar desde casa es: ¿y qué materiales necesito? ¿Y si no sé qué comprar o dónde?
Pero no te preocupes, porque hoy en día es más fácil que nunca encontrar todo lo que necesitas sin salir de casa.
Las tiendas online especializadas en arte se han multiplicado en los últimos años, ofreciendo variedad y buenos precios, además de contar con tener descripciones detalladas, comparativas entre productos, e incluso atención personalizada para ayudarte a elegir. Así es, con tan sólo unos clics puedes encontrar desde blocs de papel técnico y lápices de grafito hasta tabletas gráficas, pinceles digitales, rotuladores de alcohol o acuarelas profesionales.
Además, muchas plataformas permiten leer reseñas de otros compradores, lo cual es de gran ayuda si estás empezando y no sabes bien por dónde tirar. También existen un montón de vídeos en YouTube o en Instagram donde artistas muestran cómo utilizan los materiales que recomiendan. En cuestión de minutos, puedes hacerte una idea bastante clara de si ese cuaderno que te gusta vale lo que cuesta, o si es mejor buscar una alternativa más económica.
Otra cosa buena es que no necesitas tenerlo todo desde el principio, de hecho, en Artespray nos recomiendan empezar a dibujar con un sencillo kit de iniciación: es mejor avanzar con lo justo que detenerse por querer tenerlo todo perfecto desde el día uno. Y si tu intención es trabajar en digital, entonces aún más sencillo: con una tableta gráfica (las hay muy económicas) y un programa gratuito puedes comenzar a crear desde el primer día.
Cursos que te encantarán.
Internet está lleno de oportunidades para formarte como artista, y lo mejor de todo es que hay para todos los niveles, bolsillos y estilos. Encontrarás grandes plataformas y si lo prefieres, profesores independientes que ofrecen contenido muy cuidado y al alcance de todos:
Plataformas como Domestika, Crehana o Skillshare tienen catálogos inmensos de cursos sobre ilustración digital, dibujo anatómico, color, composición, cómic, acuarela, y un largo etcétera. Lo bueno de estos cursos es que están pensados para que los sigas a tu ritmo. Puedes ver los vídeos cuando te venga bien, repetir lecciones, descargar los recursos y compartir tus ejercicios en la comunidad si lo deseas.
Lo mejor es que muchos de estos cursos están diseñados por artistas que comparten sus trucos, sus experiencias y su estilo personal, lo cual hace que el aprendizaje se sienta mucho más cercano. Al fin y al cabo, la clase no es algo que se haga en frío a través de un vídeo, sino que más bien es como sentarte al lado de alguien que te inspira y te dice: “Mira, yo lo hago así ¡Prueba tú también!”. Por otro lado, también hay academias online con programas más largos y completos que ofrecen formación especializada para quienes desean profesionalizarse. ¿Y las asignaturas? Completamente preparadas: incluyen módulos sobre teoría del color, proyectos finales acompañados por tutorías personalizadas, y mucho más. Lo que sí que está claro, es que estos cursos suelen ser más exigentes, pero también más profundos.
Y no podemos olvidar la formación gratuita. Plataformas como YouTube o canales de Twitch ofrecen un sinfín de contenido valioso: clases, demostraciones, retos semanales, entrevistas… Si sabes buscar, puedes montar tu propia carrera artística con muy pocos recursos.
Lo tradicional también importa.
Aunque estés aprendiendo desde casa y usando el ordenador para acceder a las clases, no significa que debas limitarte al dibujo digital. De hecho, combinar técnicas digitales y tradicionales enriquece muchísimo tu aprendizaje.
El dibujo tradicional (lápiz, carboncillo, tinta, acuarela…) tiene una cualidad táctil que te ayuda a entender el trazo, la presión, la textura y la paciencia. No se puede deshacer con “Ctrl+Z”, y eso enseña muchísimo. También te ayuda a desconectar del mundo digital, que a veces puede saturarnos, y reconectar con el placer de sentir el papel bajo tus manos; por eso muchas personas que estudian ilustración online terminan dedicando una parte importante de su rutina a la práctica tradicional. Algunos profesores incluso lo recomiendan para mejorar la memoria muscular y desarrollar un estilo propio.
Además, si en algún momento quieres compaginar lo artístico con lo terapéutico (como la arteterapia), el trabajo manual y sin pantallas tiene un valor emocional añadido: de un modo u otro estamos rodeados de pantallas, y por eso, volver a lo básico puede ser muy sanador. No hay una forma mejor que otra de dibujar: lo importante es disfrutarlo, experimentar, dejarse llevar.
Y si un día te apetece hacer garabatos con bolígrafo en una libreta vieja, también cuenta como arte.
La barrera está más en la mente que en la pantalla.
Si algo nos ha enseñado la era digital es que el aprendizaje no depende tanto del lugar como de la actitud.
Seamos sinceros: aprender arte a distancia requiere constancia, curiosidad y amor por lo que haces, pero no necesita de un gran estudio, ni materiales carísimos, ni siquiera vivir en una gran ciudad.
Claro que al principio puede darte miedo: ¿y si no tengo talento?, ¿y si no entiendo bien los vídeos?, ¿y si me frustro? Todo eso es parte del camino. Nadie nace sabiendo dibujar, y por suerte, en internet hay miles de personas que están empezando como tú. Compartir tus dudas, tus avances y tus errores con esa comunidad puede ser una fuente enorme de motivación. Lo mejor es que hoy en día tienes a tu alcance estas herramientas (incluso de forma gratuita) que facilitan mucho el proceso, mientras que antes tenías que irte a una biblioteca a interpretar lo que veías en los libros, o gastarte un dinero en unas clases con un profesor de dibujo
La clave está en dejar de pensar que el arte debe ser perfecto o que solo sirve si lo haces de forma profesional. Dibujar desde casa y a tu ritmo, puede ser una forma muy buena de cuidarte y conocerte, además de ayudarte a expresar lo que llevas dentro.
Así que, si alguna vez sentiste que querías aprender a dibujar, pero no sabías por dónde empezar, esta puede ser la señal que estabas esperando: no necesitas tenerlo todo resuelto, empieza con esa ilusión que te anima, una hoja en blanco y la curiosidad que todos tenemos dentro. A partir de ahí, el camino se hace solo, disfrútalo.